Presencia
La presencia de los padres, es un elemento clave y muy importante para el desarrollo, crianza y educación de los niños. Podemos atrevernos a decir que es una necesidad biológica de cada ser humano. No solamente hablamos de la presencia física, sino también de la presencia emocional. Tanto el padre como la madre, son figuras importantes para niños y niñas, en un principio como figuras de apego y posteriormente como modelos en el proceso de socialización. Los patrones de apego creados en la infancia y los modelos sociales internalizados van a influenciar las futuras relaciones, siendo claves en la autoestima, confianza, personalidad y seguridad de cada persona.
No es que deje de ser importante en la adolescencia, pues en esta etapa se tiene una de las últimas oportunidades para reforzar en nuestros hijos nuestros vínculos. Sin embargo, en ocasiones, tomamos el papel del “cuidador” de nuestros hijos, y olvidamos que somos responsables de desarrollarlos, y no únicamente cubrir sus necesidades físicas sino también las emocionales. No se trata de culparnos, sobre que estamos haciendo bien o mal, se trata de darnos cuenta y de tomar las mejores decisiones al respecto.
Nuestros niños saben que dedicamos tiempo a aquellas cosas que para nosotros son importantes. Y es un patrón que ellos pueden ver repetidas veces, inconscientemente lo estarán relacionando, hasta el momento en que lo entienden de manera directa. ¿Lo dejas todo a un lado para ver la serie?, ¿lo dejas todo a un lado para ver el partido? O ¿le dedicas todo el tiempo posible al trabajo? Tus hijos se dan cuenta, lo saben y es muy probable que transformen sus necesidades y emociones con relación a estas conductas que tú les estás mostrando.
Estar presente en el día a día de nuestros hijos, es algo por lo que también podríamos dejar todo a un lado y ellos lo sabrán valorar. Este vínculo de apego es necesario y es fundamental en cuanto que va a determinar el estilo de relaciones y vínculos futuros. No alimentemos barreras inexistentes entre nosotros y nuestros hijos, Atiende siempre a sus necesidades, es la clave para un apego sano. Si el niño/a este seguro de que recibirá cuidado, atención y amor. Creará un estilo afectivo seguro y sano. Estas necesidades son afectivas, no se trata de consentir al pequeño y darle cosas materiales, se trata de darles algo natural y conectar con ellos.
Tal vez no lo has pensado antes, pero recuerda que, a tu móvil, a tu trabajo, a esa serie que te encanta; no le afectará que no le prestes atención, pero a tus hijos si les afecta. Ellos necesitan de nuestro tiempo, necesitan que les prestemos atención, ¿no es tan difícil, ¿verdad?
Desconéctate un rato, y date la oportunidad de “estar presente”, vivir a través de los momentos que te dan tus hijos y tu entorno, otros familiares, el ambiente; ¡lo que sea! Te necesitas presente, en este tiempo y espacio. No nos convirtamos en los padres que no queremos ser para nuestros hijos.